Te he visto reflejado
en una gota de agua,
en un ojo vacío,
en una esquina rota
capa al viento por callejones;
enmascarando amores
de niña y viejas,
estúpidas, coquetas,
condesas y prostitutas
amantes del desamor,
que esperan lo que no existe
ni jamás será posible.
Te vi una noche
mirando tu reflejo en el agua,
gritándole a la luna
de la Plaza de San Marco,
y el paso del tiempo nos respondía
que solo el peso del engaño
puede hacernos vivir y morir en el intento.
Nos miramos, ágiles y escurridizos,
tú errante de amor,
yo estatua sin sentido.
(c) CHARO BOLIVAR 2009
1 comentario:
Acabo de descubrir que tienes un sinfin de blogs...
:) Charo, mujer polifacética...me ha gustado este intento poético (como tu los denominas).
Cuando se consigue transmitir aquello que surge de lo más hondo entonces todo es posible....
Un abrazo
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